¿POR QUÉ ELEGÍ UNA MARIPOSA PARA MI LOGOTIPO?

(Extracto de la entrevista publicada en El Diario Vasco, el 18 de septiembre de 2010).

Entrevista en El Diario VascoLa pregunta es obligada: ¿por qué una mariposa como logotipo?

Porque en aquel entonces encontré un símil entre lo que simboliza una mariposa y una terapia, en el sentido de que las personas vienen a mi consulta mal, confundidas o con problemas y necesitan ayuda. Cuando terminan la terapia, sufren un cambio, una transformación, lo mismo que les sucede a las mariposas.

¿Todo el que sigue una terapia vive esa metamorfosis?

No. Sí que va a experimentar un transformación, pero yo no he visto a nadie que salga de aquí siendo mariposa. Eso es algo que viene después, cuando afronta la muerte. Deja el cuerpo y con él, también deja de sufrir. La muerte es una transición.

Así que se sigue siendo oruga. ¡Qué frustración!

En absoluto. No lo es, porque ha habido un cambio. La persona que hace una terapia evoluciona, aunque no a esa escala. Hay quien cree que, tras un proceso de crecimiento personal, encuentra la iluminación y eso no es así. No se han convertido en Buda. Puede experimentar un cambio a mejor, pero, eso sí, sigue siendo humano y de carne y hueso. Si no fuese por la mariposa, la oruga carecería de sentido.

Volviendo a las mariposas, hay que recordar que también son la antesala del fin de su breve vida.

Han cumplido su misión y supongo que, por eso, mueren después de llegar a esa fase. Dicen que, además, son los seres más espirituales.

En el Feng Shui, se dice que una mariposa representa la energía del amor y la libertad, y que es capaz de atraer esa compañía que las personas solas ansían.

Me gusta, pero son tópicos. Es como la fe, se tiene o no se tiene.

También cuentan que traen suerte, como si de un amuleto se tratase. ¿A usted se la han dado?

Sí, mucha. Hay pacientes que cuando van de viaje o salen de vacaciones y ven un motivo con forma de mariposa, no dudan en comprármelo como regalo. Me dicen: «Es que al verlo, me acorde de ti». Y yo siento mucho agradecimiento y empatía.

¿Podría decirse que esos pequeños y coloridos lepidópteros son su pasión?

El verlos volando, con su elegancia y su paz, me producen tranquilidad.

Parecen muy débiles, casi etéreas, y sin embargo, ya sabe lo que dicen del efecto mariposa. Un simple aleteo puede provocar una reacción de dimensiones impensables en la otra esquina del mundo.

Pueden provocar una catástrofe o también algo bueno. Ahora en serio, no creo que ellas tengan la culpa de algo así. Hay cosas que nos parecen injustas, como la muerte de un niño, pero ocurren por algo. Nada es casualidad, pues las casualidades no existen. La persona a la que le ocurre una desgracia siempre dice que no es justo, pero ¿quién dijo que la vida fuera justa? Ante una desgracia, todos pensamos que no nos puede estar pasando a nosotros. Es la fase de negación. Luego viene la de la aceptación, la fase de la depresión y, finalmente, la de negociación.

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